viernes, 11 de octubre de 2013

/Autonomía 76. ¿Aguascalientes está interesado en la cultura?

En las próximas semanas se realizarán en Aguascalientes dos festivales culturales importantes. El 3er Festival de la Ciudad de Aguascalientes se efectuará del 9 al 22 de octubre con motivo del  438 aniversario de su fundación.  Por su parte, el XIX Festival de Calaveras, que surge para rendir homenaje al grabador y dibujante José Guadalupe Posada, se realizará del 1 al 10 de noviembre. El primero lo organiza el gobierno municipal y el segundo el estatal, por lo que tiende a ser un motivo de rivalidad entre las dos administraciones.

Inversión en cultura

Posiblemente esta competencia por ofrecer el mejor festival permita que haya más y mejores ofertas culturales. Sin embargo, la política cultural va más allá de un evento al año. Por ejemplo, el monto que se invierte en cultura, considerando que la calidad de la oferta cultural puede variar con un mismo presupuesto, es un indicador del interés que tiene un gobierno en este rubro.  Mientras que la tendencia mundial es invertir más en cultura, pareciera que en el país ocurre lo opuesto. Recientemente, la Jornada publicó que el Presidente de la República contempla, en su propuesta del presupuesto de egresos 2014, una reducción drástica en el gasto de cultura de 23.4%.
          Por su parte, la administración estatal, en los primeros tres años de gobierno[1], destinó en promedio cerca de 1.1% del presupuesto del estado al Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA). Esta proporción es menor a la registrada en los últimos cinco años de gobierno de la administración anterior dirigida por Luis Armando Reynoso. En esta administración el promedio de la proporción del gasto destinada al ICA fue de 1.3%.
          Por su parte, el gobierno municipal ha destinado en promedio menos de 1%  del gasto total en el Instituto Municipal Aguascalentense para la Cultura (IMAC). Sin embargo, el presupuesto destinado a este instituto, que fue creado al final de la administración de Gabriel Arellano, ha aumentado sostenidamente. En 2010, aún con la administración anterior, el IMAC obtuvo 0.3% del presupuesto. Después, pasó a tener 0.6 y 0.7% para 2011 y 2012, respectivamente, para terminar con un presupuesto autorizado para este año de 2.9 millones que representa 1.6% del presupuesto total.

Asistencia a espacios y recintos culturales

Los montos de inversión que han realizado los tres órdenes gobierno en favor de la cultura no dan fuertes señales de que exista un gran interés por ella. Sin embargo, la falta de esfuerzo e interés de las autoridades se vuelve crítica cuando se considera que se está desaprovechando el apetito que tienen los hidrocálidos por la cultura.
          En 2010, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) realizó la Encuesta Nacional de Hábitos, Prácticas y Consumo Culturales donde se preguntó, entre otras cosas, si alguna vez había asistido  a distintas ofertas, espacios y recintos culturales. Estos son: bibliotecas, librerías, museos, zonas arqueológicas, presentaciones de música y danza, cine, teatros, artes plásticas, artes visuales, centros culturales, monumentos históricos y festividades tradicionales. La encuesta permite calcular el porcentaje de asistencia a estos espacios representativo de cada estado.
          De esta manera fue posible comparar la demanda en el estado en comparación con los demás estados del país. Sorpresivamente, en la mayoría de los rubros Aguascalientes se encuentra entre los primeros lugares de asistencia. Donde menos destaca es en la asistencia a zonas arqueológicas, que se explica por la ausencia de estas en la entidad, y en festividades tradicionales.
          Con el fin de comparar el interés general por la cultura entre los estados se construyó un índice de la siguiente manera. Se asignó una puntuación que va de 5 a 1 dependiendo del porcentaje de asistencia a cada espacio o recinto, donde 5 es para los estados con un mayor porcentaje de asistencia y 1 para los que menos porcentaje registran. Es decir, un estado obtuvo una puntuación de 5 en museos si el porcentaje de los que dijeron que asistían a museos es de los más altos. Un 3 se obtiene con porcentajes cercanos al promedio nacional. Un 1 en cine es para un estado donde su población frecuente poco ir a este espacio. Posteriormente, se obtuvo el promedio estatal de las puntuaciones que obtuvo por el porcentaje de asistencia a cada recinto o espacio cultural.

Tabla 1. Índice de asistencia a espacios y recintos culturales
10 con mayor asistencia
Índice
10 con menor asistencia
Índice
Distrito Federal
4.8
Tamaulipas
1.9
Aguascalientes
4.5
Colima
2.1
Estado de México
4.4
Durango
1.9
Baja California Sur
4.1
Tlaxcala
2.2
Sonora
3.7
Chihuahua
1.7
Coahuila
3.1
Chiapas
2.1
Nayarit
3.3
Campeche
1.9
Michoacán
3.2
Guanajuato
1.8
Jalisco
3.1
Tabasco
1.7
Puebla
3.3
San Luis Potosí
1.6

          De esta manera se obtuvieron los resultados que se muestran en la tabla 1. Aguascalientes es el segundo estado con mayor asistencia general a los distintos tipos de oferta cultural. El primer lugar para el Distrito Federal es de esperarse pues es reconocido internacionalmente por su oferta y demanda cultural. Para ampliar esta clasificación se podrá incorporar variables como de infraestructura y oferta educativa cultural.
          Aunque en general el país tiene serias deficiencias para atraer a la gente a la cultura, que Aguascalientes  se encuentre en los primeros lugares  de asistencia resulta una oportunidad para detonar grandes proyectos culturales y hasta económicos. Hasta ahora el gobierno estatal y municipal no ha aprovechado lo suficiente esta característica. En una economía donde cada vez importa más la innovación y la creatividad, la cultura es un activo que no puede despreciarse.





[1] 2011-2013. Para 2013 se consideró el presupuesto autorizado.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Tintero Económico Diario: Los 20 Años del CIDE y el Bien Público

Tintero Económico Diario: Los 20 Años del CIDE y el Bien Público: Les comparto esta nota que escribió Ricardo Fuentes-Nieva, ex alumno de la Licenciatura del CIDE a propósito de los 20 años de la creación la creación de las licenciaturas. Ricardo actualmente es  Jefe de investigación de Oxfam GB. Rive, para los del CIDE. @rivefuentes

martes, 24 de septiembre de 2013

/Autonomía 75. Huracanes, oportunidad para un cambio social

La devastación que han dejado los huracanes Manuel e Ingrid al azotar al país simultáneamente me han provocado dos reflexiones. Una es la preocupación por los efectos del cambio climático que cada vez son más recurrentes y lesivos. Y la otra es el sentimiento de empatía que existe en la gente para ayudar a los demás cuando se encuentran en alguna desgracia.
Cada año se presentan las mismas noticias donde documentan que los desastres y fenómenos naturales son los peores en mucho tiempo. En Europa cada vez son peores las nevadas, en el país tenemos sequías e inundaciones cada vez más devastadoras. En está ocasión, es la primera vez desde 1958 en que coincide la llegada de una tormenta por el Pacífico con otra por el Atlántico. Y también en estos días, pero del otro lado del mundo, se presentó un mega tifón que ha afectado Taiwán y Filipinas. Esto sin duda es un reflejo de los cambios en la naturaleza que están sucediendo a causa de la contaminación y la degradación ambiental provocada por el hombre.
Además, estos no son los únicos retos con los que actualmente se tiene que enfrentar la humanidad. Nos encontramos en momentos críticos donde no se ha podido acabar con la pobreza y las epidemias en el mundo, y donde la desigualdad ha aumentado, tanto dentro de ciudades como entre ellas, así como entre países. Al mismo tiempo, la sociedad se encuentra inmersa en una dinámica donde se consume más por aspiración que por necesidad y la economía supone de forma irreal que hay suficientes recursos para mantener un crecimiento ilimitado (ver /Autonomía74).
Por otro lado, este desastre ha permitido ver otra cara del ser humano. En momentos como este se demuestra que la gente puede unirse y ponerse en la posición del otro para ayudarlo y comprenderlo. Muchas organizaciones no gubernamentales, instituciones públicas y empresas; se han unido para reunir víveres y apoyar a las comunidades más afectadas. Por su parte, Aeroméxico e Interjet proporcionaron vuelos gratuitos para rescatar a turistas que se encontraban en las zonas de desastre.
No obstante, gran parte de los mexicanos han estado acostumbrados a que el gobierno resuelva todos los problemas que tienen aun cuando no sea su facultad hacerlo. Esto es una costumbre que se ha mantenido pues, antes de la transición democrática, es decir, cuando el PRI era el partido hegemónico y ostentaba la mayoría de los puestos públicos, para resolver algún problema (público e incluso privado) tenía que ser exclusivamente a través del partido o con el favor de conocidos o amigos dentro de él.
A partir de los años noventa el país ha seguido un proceso de democratización donde cada vez los ciudadanos y la sociedad organizada, así como otros actores, tienen un mayor peso e influencia para resolver los problemas públicos. Esto se ha dado en conjunto con un acelerado avance de la tecnología que se ha convertido en una herramienta esencial para detonar movimientos sociales que logran cambios en la sociedad. Estos métodos y medios interactivos de participación aseguran que la voz de cada persona sea escuchada y sienta un dialogo social que permite enriquecer y mejorar las políticas públicas y las acciones sociales.
Es así que nos encontramos en un momento crucial en la historia, pues tenemos problemas que nunca se habían presentado o con la misma magnitud, pero asimismo, la solución está en nosotros y es más fuerte como nunca antes. Cada vez hay más casos donde el gobierno, la iniciativa privada, organizaciones sociales y la ciudadanía en general se unen y logran grandes transformaciones sociales, económicas y ambientales.
Es un punto de inflexión en la historia de la humanidad para cambiar de desesperación a esperanza, ambición a compasión, empobrecimiento a empoderamiento. Es un momento crítico pero con una gran oportunidad de construir una sociedad incluyente que permita a sus integrantes alcanzar su máximo potencial y bienestar. Sin embargo, para ello se requiere nuevos sistemas, políticas e instituciones; pero no sólo eso, un cambio efectivo se logra con una transformación de la conciencia individual y del comportamiento y cultura colectiva.
¿Qué si en realidad estos son los tiempos y que de hecho nosotros somos las personas indicadas para detonar un cambio social?

lunes, 26 de agosto de 2013

/Autonomía 74. Consumir más por aspiración que por necesidad

“El hombre puede encontrar la felicidad
sólo si sabe limitar sus necesidades”
Máxima Zen
El Producto Interno Bruto (PIB) de México se desaceleró en los últimos meses. En el periodo de abril a junio se produjo menos que en los tres meses anteriores. Esto es preocupante porque de continuar así en los próximos meses habría una quiebra sistémica de empresas y pérdida masiva de empleos; es decir, estaríamos otra vez en una famosa crisis económica. Momentos como este hacen pensar si el sistema económico que tenemos es el mejor que podríamos tener.
La economía ha llegado a un punto en el que su crecimiento se basa en que las personas adquieran más y más productos que en realidad no le generan una satisfacción personal real. Gran parte de la gente, de todas las clases sociales, destina la mayoría de su ingreso en consumir por aspiración más que por necesidad. Por eso las casas de empeño están repletas de smartphones de última generación que valen aproximadamente tres veces el salario mensual de un mexicano promedio. Asimismo, gente de ingresos medios o altos vive para el trabajo con el fin de comprar un mayor estatus social a través de propiedades, joyas, ropa, autos, etc.
Cuando adquirimos algún producto o servicio buscamos el menor precio o la mayor comodidad sin pensar en las repercusiones ambientales y sociales que tienen nuestras acciones. Gran parte de lo que se consume se tuvo que transportar por cientos o miles de kilómetros para lo cual se contaminó mucho más que si se hubiera producido lo mismo localmente. Asimismo, posiblemente provienen industrias contaminantes de China, o incluso México, donde los trabajadores obtienen sueldos y condiciones de trabajo inhumanas. Otro ejemplo es el uso excesivo del automóvil pues muchas veces no se justifica su uso; algunas veces es mejor caminar, tomar el transporte público o utilizar la bicicleta. De hecho, cada vez se justifica menos su uso en la ciudad, pues la forma más eficiente para transportar el mayor número de personas en el menor tiempo posible y contaminando menos, es con un sistema de transporte público intermodal.
El sistema económico también se ha basado en algo llamado obsolescencia programada. Es decir, que los productos están hechos para cumplir con una vida útil limitada para que continuamente se siga remplazando con algo “nuevo” y “mejor”. Es posible que en las tecnologías de la información sigan habiendo innovaciones útiles que justifique adquirir continuamente el producto más reciente. Sin embargo, llegará un momento en que las innovaciones sean superficiales como sucede en el sector automotriz. Cada año sale a la venta un nuevo modelo que en realidad no es mucho mejor al anterior. Además, desde hace varios años que el automóvil cumplió con su función de transportar a la gente.
En la industria restaurantera y alimenticia sucede algo similar pues se desperdicia una gran cantidad de alimentos cuando estos podrían ser relocalizados para que gente necesitada los aprovechara. Un ejemplo son las taquerías que se encuentran en el D.F. llamadas El Califa, donde un taco normal de pastor cuesta más de 20 pesos y uno de sus atractivos que presume es que todas las salsas que ponen en la mesa son desechadas cuando el comensal termina.

Ideólogos del decrecimiento, término provocador que propone autolimitar el consumo y la explotación medioambiental, afirman que es posible vivir mucho mejor con mucho menos. ¿Vale la pena trabajar más de 8 horas diarias para pagar créditos interminables de autos, televisiones, minicomponentes, celulares, etc. cuando se puede ahorrar dinero, cultivarse más y disfrutar más la vida al andar en bici, leer un libro, visitar a un amigo o un museo? Se trata de consumir y producir cosas que en realidad necesitamos y dedicar más tiempo a la cultura, la espiritualidad, a cuidar nuestra salud, a las relaciones personales y a disfrutar el medio ambiente. Consumir en la medida de lo posible productos producidos localmente, de forma más natural y ecológica; como los alimentos producidos en huertos urbanos. Caminar más, utilizar la bicicleta y el transporte público. Ver las etiquetas de los productos para saber dónde y en qué condiciones fue producido. Problemas de desigualdad, tráfico, contaminación e incluso de inseguridad se resolverían si estuviéramos conscientes de las necesidades de las demás personas y de las repercusiones que tienen nuestras acciones para el medio ambiente y la sociedad.

lunes, 12 de agosto de 2013

/Autonomía 73. Un paseo distinto por Nueva York

Alrededor del mediodía llegué al aeropuerto JFK (John F. Kennedy) ubicado en la zona de Queens, al este de Manhattan. Con 8 terminales es uno de los aeropuertos más grandes de Estados Unidos y el que transporta más pasajeros internacionales. Para ahorrarme unos dólares y conocer la forma en que los neoyorkinos se transportan, decidí tomar el autobús para llegar al metro en lugar de tomar el tren elevado. Como este medio no es común que lo utilicen los turistas y foráneos, tuve que pedir indicaciones a algunas personas. Contrario a lo que se piensa, en ésta y otras ocasiones la gente fue amistosa conmigo al darme indicaciones y recomendaciones.

El camión llegó después de alrededor de 10 minutos que parecieron más pues la temperatura era de más de 30 grados con una humedad de playa. Al camión abordaron en su mayoría trabajadores afroamericanos de las aerolíneas identificables por sus uniformes. Durante el trayecto casi en totalidad subieron afroamericanos y el resto hispanos. Las colonias por las que pasamos eran sencillas y para el contexto posiblemente pobres no muy distintas a una colonia de clase media o baja en México, con varios comercios austeros con letreros en inglés o español, y algunos en chino. En general, era una parte de NY que no aparece tanto en las películas, aquí no había rascacielos, taxis amarillos ni tiendas exclusivas de la 5ª avenida. Sin embargo, no se veía peligroso, se percibía una colonia alegre con gente en las calles de todas las edades. Algo que atrajo mi atención fue encontrar un huerto urbano en medio de la colonia entre tiendas y casas.

Después conocí el metro. El cual se compone de trenes en su mayoría subterráneos con potentes sistemas de aire acondicionado. Los túneles están sostenidos por columnas de acero oxidados que por la humedad y el calor hacen difícil respirar dentro de las estaciones. A pesar de ello, es muy popular y todo tipo de gente lo utiliza. Extrañamente esta gran ciudad no aprovecha el espacio de sus avenidas para implementar sistemas de autobuses rápidos, pues pocas rutas tienen carriles confinados o alguna prioridad en el espacio vial. Posiblemente esto sucede porque es parte del atractivo turístico ver avenidas llenas de automóviles y taxis amarillos.

El metro fue la mejor manera para transportarme hasta que descubrí la bici. En la ciudad de NY es común encontrar ciclistas por las calles y a la vez existe infraestructura para ellos, aunque tal vez no suficiente ni la mejor. Recientemente, se implementó un sistema de bicicletas compartidas similar a la que se encuentra en el Distrito Federal y en otras ciudades del mundo como Londres, Montreal y Hangzhou (China). Este sistema consiste en tener varias bici-estaciones distribuidas por toda la ciudad donde, después de adquirir una membresía de un año, un pase de 7 días o de un día, se puede tomar una bicicleta y antes de 45 minutos se tiene que regresar a esa u otra estación para evitar cargos extra.

Financieros influyentes, periódicos locales y Dorothy Rabinowitz, editorialista conservadora, se opusieron al programa de bicicletas compartidas. Los primeros no querían tener cerca de sus edificios las estaciones de bicicletas por lo que lograron reubicarlas, algo parecido a lo que sucedió en la zona de Polanco en el D.F. (historia: http://goo.gl/Flo2tj , reflexión: http://goo.gl/ttkszc). Los medios y sobre todo Dorothy argumentaban que las estaciones estorban, que los turistas que las utilicen no saben las reglas por lo que son un peligro e incluso afirmaron que lo más peligroso en NY no son los taxis sino los ciclistas y que esta ciudad no es Londres, Paris o Ámsterdam. Similar a lo que dijo Ángel Verdugo, un comentarista y editorialista mexicano, cuando llamó a aplastar la plaga de ciclistas que amenazan la ciudad de México (http://goo.gl/xdJpTu).

Sin embargo, gracias a este sistema pude transportarme sin problemas, seguro y algunas veces más rápido que por otros medios. También era más cómodo al evitar el sofocante calor del metro y no tan caro como un taxi; y además, lo disfruté como ningún otro medio. El paisaje que más recuerdo lo presencié cuando me dirigí a Manhattan cruzando el río del este (East River) por el puente de Brooklyn. Mientras pedaleaba con cierta velocidad en la parte descendiente del puente, sentía el aire fresco en el rostro y observaba los edificios del distrito financiero, que comenzaban a encender sus luces, enmarcados en un atardecer con tonalidades de color anaranjado y rosado.

Pienso que sin la bicicleta no hubiera conocido la misma ciudad. La bicicleta es un excelente complemento a la mejor forma para ser turista en algún lugar, que es caminando. Cómo conocer gente, disfrutar el medio ambiente, apreciar los monumentos y edificios, descubrir buenos restaurantes o tiendas poco comunes, si no es caminando o en bici. Al ir en un vehículo motorizado o en metro se dejan de apreciar detalles que hacen de un lugar único. ¿Por qué no querer estar en ciudades que se puedan gozar, donde se tiene contacto con la gente y el medio ambiente, y que sean menos contaminantes, como en Ámsterdam, Londres o París? Será que en ocasiones la gente se acostumbra a rutinas y pierde el interés por disfrutar y conocer su propia ciudad, y sólo quiere que su comodidad mejore sin atreverse a hacer las cosas de forma distinta.

martes, 16 de abril de 2013

/Autonomía 65. ¿Es exitosa la Feria Nacional de San Marcos?

En esta ocasión se buscó evaluar el desempeño de la Feria Nacional de San Marcos como producto turístico. A pesar de que es poca la información disponible y su dificultad para recabarla, se encontraron resultados interesantes.